Por Tomás Gómez

BuenoLas Iglesias aportan al estado.

LAS IGLESIAS EVANGELICAS  APORTAN MÁS, MUCHO MÁS DE LO QUE EL ESTADO LE DEVUELVE

En el año 2020, tuvo notable revuelo, muy específicamente en sectores evangélicos, 29 millones de pesos consignados en el Presupuesto Nacional para las iglesias e instituciones evangélicas. 

 Las organizaciones evangélicas estaban supuesto a recibir  en total un monto de 29,413,300 de pesos. El total del presupuesto nacional ascendía en ese 2020  a la astronómica suma de RD$997,119,172, 943 (noveciento noventisiete  ciento diecinueve millones…) Es algo así, como si a 997,119 mil de pesos, usted le restara 29 pesos.

Si nos limitáramos a un análisis cuantitativo únicamente, la pregunta de rigor sería, ¿cómo activo social que aporta al orden y al buen funcionamiento de la sociedad, ¿cuánto aportan las iglesias al Estado? 

¿Cuánto aportan los evangélicos en la reducción de la delincuencia? ¿Cuánto aportan regeneración y a la integración de los privados de libertad a la sociedad?

 ¿Cuánto aportan a la educación, a la paz social y al clima de libertad y bienestar que vivimos? ¿Cuántos policías necesita el Estado para controlar la conducta de los evangélicos? ¿cuántos hospitales para atender evangélicos involucrados en vicios que degradan la salud o para curar heridos en pleitos y conflictos? Réstele el aporte de las iglesias al costo del orden social en que vivimos y se dará cuenta de que se trata de una suma insignificante, y se quiere ridícula. Se darán cuenta que esa pírrica cantidad de 29 millones de pesos es una chilata. 

Ahora, qué el aporte que hace el Estado a las iglesias desde el Presupuesto Nacional no está del todo bien distribuido, eso es otra cosa. Qué la manera transparente, pulcra y equitativa con la que se deben manejar estos fondos requiere que le prestemos la debida atención, esa es otra cosa de la que hay que hablar. Pero la inversión económica del  Estado, en relación a los aportes de las iglesias es algo que da ganas de reir. Perdon, de llorar.